ACOMPAÑANDO A FRANÇOIS HOUTART
1. Que rechaza, como él mismo hace, este lamentable episodio, contrario a la ternura y protección que requieren los niños.
3. Que, desde este reconocimiento de las propias fragilidades y errores y su disposición a asumir sus costes personales y sociales, queremos situarnos como el mismo Jesús de Nazaret hubiera hecho en una situación similar: acogiendo, perdonando hasta “setenta veces siete”, reconociendo la propia fragilidad para no lanzar la primera piedra, perdonando siempre a quienes se muestran dispuestos a no caer en los mismo errores.
4. Que este triste episodio no puede desacreditar y anular toda una vida enteramente dedicada al servicio de las causas más justas y nobles de
Finalmente, nos consta que para François estos momentos son de gran dolor y angustia. Pero son también momentos para reconocerle su magisterio, su coherencia y su rico testimonio evangélico. Es también el mejor momento para decirle que puede contar, como siempre, con nuestra consideración y estima, con nuestro aprecio, cercanía y amistad.
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(1) Sobre el mismo tema, confrontar Posicionamiento de Redes Cristianas del 23 de marzo de 2010 en
www.redescristianas.net.
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